La industria alimentaria está en una búsqueda constante de nuevas fuentes naturales de antioxidantes para satisfacer las demandas de consumidores más conscientes y preocupados por su salud. Ingredientes como las algas, frutos amazónicos como el camu camu y el açaí, o semillas ancestrales como el sacha inchi, están emergiendo como opciones prometedoras. Estas fuentes no solo son ricas en compuestos antioxidantes, sino que también ofrecen propiedades únicas que pueden ser aprovechadas en diversos productos alimenticios y bebidas. Además de sus beneficios para la salud, estas alternativas destacan por su sostenibilidad. Muchos de estos ingredientes provienen de prácticas agrícolas tradicionales o de recolección responsable, lo que permite a las empresas alinearse con los valores de cuidado ambiental. Integrar estas fuentes naturales no solo mejora el perfil nutricional de los productos, sino que también fortalece la conexión con consumidores que buscan opciones más éticas y transparentes.